LA ACOGIDA DE UN PACIENTE EN RESIDENCIA MIRASOL

La entrada de un paciente a un centro geriátrico está motivada por la existencia de unas necesidades específicas, las cuales tendrán que ser satisfechas por el personal sanitario de Residencia Mirasol.  Para ello hay que elegir qué tipo de atención y de servicios son los adecuados en cada caso, movilizando los recursos del centro.  Así, la atención al paciente comienza con la valoración de sus necesidades. Posteriormente se procederá a iniciar el tratamiento (rehabilitador, ocupacional, preventivo…) y el seguimiento de los resultados del mismo.

En general, las necesidades que el paciente puede presentar son de tres tipos:

– médicas: invalidez, enfermedades físicas, incapacidad funcional, etc…

– sociales: red de apoyo, ocio, asistencia domiciliaria, etc…

– psicológicas: estados confusionales, trastornos psiquiátricos, etc…

No obstante, la característica que distingue a los pacientes geriátricos del resto es que en ellos estas necesidades se suelen presentar relacionadas entre sí, influyendo en la salud del mayor.

Para cubrir estas necesidades Residencia y Centro de Día Mirasol cuenta con un equipo médico y de enfermería, terapia ocupacional, fisioterapia y trabajadora social, además de las auxiliares de enfermería, que trabaja conjuntamente para conseguir el bienestar del residente.

La acogida y la atención al paciente en Residencia Mirasol van dirigidas a proporcionar una mejor calidad de vida durante su estancia.

Independientemente de lo anterior, existe un aspecto común a todos los casos: una acogida satisfactoria por parte del personal, así como un trato cálido, sincero, familiar y humano favorecerán el bienestar del paciente y su familia durante el tiempo que permanezca interno