Publicado por mirasol en 13 Jun, 2013 en Noticias | Comentarios desactivados en ¿Qué podemos hacer para mejorar el día a día de una persona con alzhéimer?
Sabemos que tener una persona con demencia a nuestro cargo es algo muy complicado, de repente nuestra vida cambia, y las tareas que ayer eran sencillas y normales, hoy se convierten en algo complicado, y muchas veces no saben llevar a buen fin la actividad. Esto puede hacer que el cuidador sufra mucho más estrés del que debería tener, por eso, desde Residencia Mirasol queremos daros una serie de trucos que podais utilizar para hacer que vuestro día a día sea mucho más sencillo.
Con estos consejos no sólo el cuidador va a estar mejor, sino que el enfermo se siente menos inútil porque puede realizar las mismas actividades que hacia antes y casi sin ayuda.
Consejos para dormir al enfermo
El momento de ir a dormir es uno de los que nos pueden complicar mucho la vida, porque el hecho es que al final dejas sólo al enfermo en una habitación y puede que se desoriente y acabe marchándose a la calle y al despertar nosotros ver que ya no está, por eso ahi van unos pequeños consejos.
Lo primero de todo es que intentemos que durante el día el paciente este activo y ocupado, pero eso no quiere decir que después de comer no le dejemos descansar un rato (aunque se desaconseja que se tumbe en la cama, para la siesta lo mejor es un sofa bien cómodo). Tenemos que tener una habitación muy bien preparada con la temperatura ideal (dado que los enfermos de alzhéimer tienen el termómetro interno descolocado y no saben si tienen frío o calor), sin ruidos, un ambiente muy tranquilo y con luz tenue.
No tenemos que dejarle ropa cerca, porque si por la noche se despierta desorientado y la ve, lo más seguro es que se la ponga y se marche a la calle. Tenemos que intentar despertarlo y acostarlo siempre a la misma hora, para que así creemos una rutina, para eso también creamos una rutina para antes de irse a la cama, por ejemplo, el vaso de leche, ir al WC, ponerse el pijama y acostarse. Si a la vez ponemos siempre una música de fondo, al final asociará esa música con la secuencia de irse a dormir y la hará sólo.
Si, a pesar de todo los cuidados que ponemos se levanta en mitad de la noche, lo mejor que podemos hacer es llevarlo a la ventana, subir la persiana y que vea por sus propios ojos que todavía es de noche, es mucho mejor eso que decirle 100 veces que es de noche y que tiene que volver a dormir. De todas formas si vemos que a pesar de todo el enfermo sigue sin dormir bien, acudiremos a un médico y le contaremos la situación.
Consejos para evitar el riesgo de pérdida de la pesona afectada por la enfermedad de alzhéimer
Uno de los mayores riesgos que tenemos es que la persona enferma se nos pierda, son muchas las noticias de personas mayores que se pierden, por eso vamos a intentar evitar que eso ocurra primero evitando de todas formas que salga solo a la calle (para eso cerraremos la puerta con llave y pestillo); tambiés es aconsejable que pongamos un colgante musical en la puerta de forma que si intenta salir haga ruido y nos demos cuenta y lo podamos evitar.
Pongamos al enfermo una pulsera o un collar con la enfermedad que sufre y su nombre y dirección para que si acaba vagando por las calles puedan traérnoslo a casa sano y salvo. Y por último, pero no por ello menos importante, avisemos a la gente del barrio, vecinos, amigos, tenderos, de la enfermedad que sufre esta persona y así si algún día lo ven sólo por la calle pueden avisarte. Pedir ayuda es muy importante, no te hace mal cuidador, todo lo contrario, cuanta más gente esté al tanto de la situación más ayuda recibirás.
Consejos para evitar el riesgo de caída
Una de las cosas que más comúnmente ocurren es que un enfermo se caiga, para evitarlo debemos preparar la casa y dejarla en buenas condiciones para que la persona se pueda mover libremente. Primero tenemos que comprobar regularmente el estado de sus pies y de la vista, y comprobar que están bien, si no tendremos que tratarlos cuanto antes. Sería conveniente poner pasamanos en los pasillos, tener la casa limpia y libre de objetos en las zonas de paso, que la casa tenga una iluminación muy buena y eliminar las alfombras o fijarlas al suelo, para evitar que la persona tropiece y se caiga.
Otro problema al que nos enfrentamos es que si el enfermo se queda dormido en una silla se caiga y se haga algo serio, por lo que lo mejor es que lo sentemos en una silla que tenga reposa manos (evitarán las caidas laterales) y que si vemos que se está quedando dormido acerquemos la silla a una mesa (para evitar caidas hacia delante). Recordar una cosa, los accidentes ocurren y si pasan no tenemos que sentirnos mal, sobre todo si hacemos todo lo que está en nuestra mano para evitarlo.
Consejos sobre la seguridad en el hogar
Nuestra casa puede ser una auténtica trampa, por lo que si vivimos con una persona con alzhéimer, tendremos que reorganizar todo para intentar evitar los desastres.
Primero tenemos que quitar el botiquín y los productos de limpieza de la vista y del alcance de la persona enferma. Los cables de los sistemas eléctricos deben estar tapados y perfectamente colocados, y deberíamos poner protectores en los enchufes, para evitar de todos modos que se electrocute. También tenemos que guardar bajo llave los objetos punzantes, cortantes y peligrosos. Si se pudiera deberíamos cambiar la cocina de gas por una eléctrica, si no hubiera dinero para la reforma, tenemos que apagar el gas cada vez salgamos de casa y lo dejemos solo.
No nos podemos olvidar de cubrir los radiadores con muebles con lo que podamos porque, cómo repetimos muy amenudo, los enfermos de alzhéimer tienen la sensibilidad de la temperatura atrofiada, así que tenemos que evitar que pueda quemarse con ellos.
Los grifos pueden llegar a ser también un problema, porque si el enfermo se deja un grifo abierto, y es algo que seguramente pase, se pueda preparar una buena faena, por eso, lo que deberíamos hacer es cortar el agua cada vez que salgamos de casa y dejemos al enfermo allí.
Podría parecer que con todos los cambios que hay que realizar nos tuvieramos que meter en una gran reforma del hogar, pero no, debemos realizarlos poco a poco, porque si de repente cambiamos todo el entorno del enfermo lo más posible es que se desoriente, cosa que no queremos que ocurra, por lo que haremos los cambios poco a poco.
Cuidar la higiene personal del enfermo
Mantener una higiene personal adecuada es muy importante, si se puede debemos intentar que se arregle solo, pero con una pequeña ayudita nuestra, por eso vamos a tener un cuenta unos consejos.
Lo primero es que no debemos introducir estufas eléctricas en el cuarto de baño, porque el desastre que se puede producir es monumental. Tenemos que quitar el secador y la maquinilla de la vista y debe usarlos única y exclusivamente cuando el cuidador esté presente. Tenemos que poner alfombrillas antideslizantes para que no se resbale, y de paso evitaremos que caigamos nosotros también.
Sería muy buena idea que si tenemos bañera la cambiaramos por una ducha, dado que el acceso es mucho más sencillo y nos permite poner una silla de plástico dentro para que el enfermo se pueda sentar mientras se ducha. Si no podemos cambiarla, lo que tenemos que hacer es que no podemos dejar que entre y salga sólo de la bañera, porque los resbalones son muy malos. Además deberíamos poner unas barras para que el enfermo se agarre y esté más seguro.
Tenemos que procurar que los grifos de agua caliente y fría se distingan muy bien entre sí, para evitar que el enfermo acabe sufriendo quemaduras por el agua caliente. Llega un punto en el que el enfermo no puede entrar en la bañera por lo que lo asearemos nosotrs mismo mientras esté de pie.
Una cosa de la que pocas veces nos damos cuenta es de que el enfermo tenía unos hábitos, antes de caer enfermo, y nosotros debemos respetar esos hábitos, cómo cada cuanto se afeitaba, o si por la mañana o la noche, ese tipo de cosas tenemos que respetarlas.
El momento del baño es perfecto para que ellos se relajen, podemos poner una música que les guste y dejarles disfrutar dentro del agua. Además es el momento idoneo para que nosotros les hagamos una revisión a la piel y nos fijemos si tiene alguna herida o algo. Si el paciente se niega a bañarse no lo forcemos, sino que esperamos un rato y le volvemos a preguntar y le decimos lo guapo y hermoso que está cuando se ducha, si al finalizar le ponemos delante de un espejo y dejamos que se vista sólo, él se sentirá muchísimo mejor consigo mismo.
El momento de vestirse es otro que debemos tener controlado, por un lado debemos ordenar el armario (que sólo tenga ropa de la temporada adecuada) con pegatinas para identificar dónde está cada cosa. Elegimos con el enfermo la ropa que se va a poner al día siguiente y se la dejamos preparada e el orden exacto en el que se la tienen que poner. Deberíamos cambiar las cremalleras y botones por velcro, que es mucho más fácil de poner y quitar; además deberemos evitar los cordones, por la dificultad para atarlos.
Tenemos que hacer que el enfermo sea el que guarde sus cosas todos los días y en los mismos sitios, por que de esta manera será más difícil que lo olvide y que de repente piense que se lo han robado.
No tenemos que meterle prisa para que haga las cosas, tenemos que dejar que primero lo intente sólo y después si no puede, pues le damos pequeñas órdenes para que aprenda si aún así no puede entonces ya le ayudamos del todo. Una forma muy buena para que se vista sólo es que por medio de gestos nosotros le digamos cómo se hace.
Si el enfermo no se sostie en pie, entonces primero le pondremos la ropa de la parte de abajo, entonces lo moveremos para sentarle, momento qe aprovechamos para subirle la ropa de abajo y cuando ya este incorporado le ponemos la parte de arriba.
Y por último si se puede tenemos que acabar de arreglarle delante de un espejo, para que se vea y así se reconozca durante más tiempo.
Cómo podeis ver son unos pequeños consejos que pueden hacer vuestra vida y la de la persona a vuestro cargo más sencilla y agradable. De todas formas y por muchos cambios que hagamos en casa una de las principales cosas es que recordemos tratarles con todo el cariño que podamos, y que si llega un momento en el que en casa no está bien o cómodo lo llevemos a un sitio especializado donde le darán los cuidador expertos que nosotros no podemos darles.