La época veraniega es una de las más complicadas para las personas mayores. Las altas temperaturas, el peligro de la deshidratación, la desorientación, …, están mucho más presentes. Por eso queremos ofreceremos una serie de trucos para evitarlos y así poder tener un verano perfecto y sin sustos.
Las recomendaciones que vamos a poner a continuación son para todo el mundo, pero en especial para ancianos porque ellos son más sensibles a los cambios y como su capacidad de respuesta es menor, hay que estar más atento y dedicarles más atención.
- Comer liviano: Lo que más se debe comer son frutas y verduras. Además hay que evitar comer muchas proteínas, y sobretodo no hay que comer muchas cantidad, es mucho mejor comer varias veces al día para cantidades pequeñas, que el organismo pueda sintetizar sin que nuestro cuerpo tenga que trabajar mucho.
- Abundante hidratación: En verano el cuerpo transpira mucho más y es más complicado mantener una temperatura constante. Además para las personas mayores es más difícil todavía porque al hacernos mayores disminuye la sensación de sed porque el hipotálamo ya no funciona como antes. Por lo que hay que beber mucha agua, aunque no se tenga sensación de sed, así que debemos obligar a las personas mayores a beber para que no les ocurra nada.
- No consumir alcohol: Porque el alcohol da más sed y deshidrata.
- Evitar la sal: Si la sal de por si no es muy buena, en verano todavía menos.
- Precaución con la exposición al sol: Debemos evitar estar al sol entre las 11 de la mañana y las 5 de la tarde, porque son las horas en las que más fuerte está el sol. No debemos olvidar ponernos crema solar y un sombrero o gorra para evitar que nos dé el sol directamente en la cabeza.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura: Si tenemos el aire acondicionado puesto, tenemos que mantenerlo entre 22 y 24 grados, por si luego salimos a la calle y hay más grados es peligroso. Tenemos que intentar estar en sitios frescos y a la sombra.
- Prevenir el golpe de calor y la insolación: Los síntomas en ambos casos son muy parecidos: náuseas, vómitos y desmayos. La insolación se debe a una exposición directa al sol, y por efecto directo de las radiaciones solares causa deshidratación, lesiones en el cerebro y micro hemorragias. Y el golpe de calor se debe por estar en un ambiente -no es necesario haber estado bajo el sol- con mucho calor, lo que provoca deshidratación e hipotermia.
- Cuidar la presión arterial: Hay que cuidarla tanto si se tiene baja como alta, porque ambas aumentan el riesgo de caída.
- Controlar que no se hinchen los tobillos: Si empezamos a notar que al quitarse las medias o los calcetines queda una marca en la pierna, ir al geriatra para que lo mire.
Si tenemos todo esto controlado, nuestro mayor pasará muy buen verano, a pesar de las altas temperaturas. Además tengamos en cuenta que si estamos de vacaciones todos juntos hay un montón de actividades que podemos hacer para hacer que las vacaciones sean inolvidables.
Foto de: Patricil Complex