La memoria es una de las cosas más importantes que tenemos, y que cuando nos falla nos puede causar más problemas. Nosotros solemos hablar de demencias, pero los pequeños lapsus de memoria que nos pueden dar, no son síntoma de que tengamos algo malo.
Sólo el 13% de las personas mayores de 65 años es diagnosticada con alzheimer, pero todos tienen, o mejor dicho, tenemos pequeños olvidos desde que somos muy jóvenes y con la edad, cada vez son más frecuentes.
Hay diferentes tipos de olvidos, y hoy os los vamos a enseñar, para que sepáis diferenciarlos:
- Olvidos de tiempo: Este tipo afectan a las memorias de largo y corto plazo. Suelen ser olvidos de cosas que guardas en un sitio y luego olvidas dónde lo has metido; esto ocurre porque la memoria intenta liberar espacio y para ello quita información que nuestro cerebro no usa. Entonces, para evitar olvidar algo lo que hay que hacer es recordarlo de vez en cuando, de forma que el cerebro note que esa información es útil para nosotros y no la borre.
- Olvidos relacionados con la atención: Se producen cuando debido al ritmo frenético que llevamos no prestamos mucha atención cuando nos hablan, por lo que no retenemos toda la información que nos dan y mucha se pierde en el olvido. Incluso si estamos realizando una tarea rutinaria, y alguien nos distrae lo más probable es que olvidemos en que punto íbamos y tengamos que empezar de cero.
- Olvidos de futuras acciones: Es olvidar hacer algo que tenías previsto hacer como una cita en el médico o tomar un medicamento. Podemos evitar estos errores si apuntamos todas las citas en un calendario que tengamos muy a menudo a la vista para así poder recordar las citas que tenemos.
- Olvidos temporales: Estos son los que nos pasan a todos, tengamos la edad que tengamos. Consisten en olvidar palabras, nombres, títulos de libros o películas, que luego cuando ya no las necesitamos vuelven a nuestra memoria. Ese pequeño olvido ocurre por lo mismo que hemos comentado antes, que como es una información que usamos poco, la tenemos como almacenada en el cerebro pero en algún lugar un poco apartado. Si hacemos por recordar las cosas, será más sencillo que luego cuando busquemos la información la encontremos fácilmente.
- Memorias inexactas: Ocurre cuando no recordamos con exactitud hechos de tiempo, gente, lugares o eventos. Esto ocurre porque los recuerdos nuevos se entremezclan con los viejos y nos es difícil diferenciar cual es nuevo y cual no. Además las reacciones emocionales que tenemos ante lo que nos pasa, nos puede hacer que a la hora de almacenar el recuerdo lo tergiversemos un poco, por las sensaciones que nos produce. Se dice que recordamos las cosas que queremos y como nosotros queremos, esto puede ser un mecanismo de defensa para protegernos.
Sin embargo y pesar de que todos tenemos esta clase de olvidos, podemos mejorar nuestra memoria haciendo ejercicios, como los que os proponemos cada martes en nuestro Facebook (https://www.facebook.com/residenciamirasol?ref=hl).
Foto de: Chotda
Ahora os proporcionamos 10 maneras o ejercicios de mantener la mente activa y evitar esos olvidos cotidianos.
- Hacer ejercicio: Es muy importante hacer algo de ejercicio, porque a la vez que se entrena el cuerpo se oxigenan las células del cerebro, lo cual favorece la memoria.
- Escuchar música: Está demostrado que escuchar música, y en especial clásica, mantiene y mejora las funciones cerebrales. La música estimula las células del cerebro y esto te beneficia para la concentración mental, la memoria y el desarrollo visual y auditivo.
- Jugar ajedrez: Es un juego que requiere de mucha concentración y agilidad mental, porque hay que hacer movimientos estratégicos y muy pensados para poder ganar la partida. Cuanto mas se juegue a juegos de este estilo la memoria estará en una actividad constante y lista para recordar.
- Hacer un sudoku: Hacer un sudoku es muy complicado y se necesita mucha paciencia y buena memoria para recordar y relacionar los números que hemos puesto y los que faltan. Cuantos más sudokus hagamos más agilidad de memoria ganaremos.
- Relajación: Cuando intentes recordar algo, y no venga a tu memoria lo hay que hacer es relajarse y cerrar un momento los ojos. Cuando estemos relajados seremos capaces de recordar dónde hemos dejado lo que estamos buscando, por ejemplo. Lo peor que podemos hacer en estos casos es intentar forzar nuestra memoria, porque nos bloquearemos y no podremos seguir pensando.
- Utilizar la imaginación: La imaginación y el pensamiento están unidos, por lo que cuando se estudia o se lee, lo mejor es ir imaginando lo que nos dicen, para así recordar con mucha más claridad un determinado episodio o suceso.
- Poner a trabajar la memoria: Es como hacer un pequeño juego en el que hay que recordar una lista de palabras o un número de teléfono. Tenemos que recordar que la memoria cuanto más se ejercita mejor funciona, además podemos ejercitarla cuando mejor nos venga, en el autobús, de camino a casa,..
- Utilizar papel y lápiz: Cuando quieras recordar algo importante apúntalo y déjalo a la vista, la mejor forma de recordar algo es escribirlo y luego tenerlo a la vista durante mucho tiempo.
- Ponerse retos: Aprender un idioma nuevo, a tocar un instrumento, o lo que sea, lo importante es que le cerebro esté activo la mayor parte del tiempo posible.
- Cambiar la rutina: Hacer siempre lo mismo y de la misma forma apaga nuestra memoria, por lo que lo mejor es cambiar las rutinas, si siempre vamos a trabajar por el mismo camino, hagámoslo por otro diferente, o si lo primero que hacemos al despertarnos es lavarnos cara, quizá podamos cambiar y lo primero que hagamos sea ponernos un café. Cambiar de rutinas ayuda a tener activada la mente.
