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Cuidar del cuidador (Parte III)

Publicado por en 12 Jun, 2013 en Noticias, Otros | Comentarios desactivados en Cuidar del cuidador (Parte III)

Hoy vamos con la última parte de nuestro post dedicado a cómo debe cuidarse un cuidador para que se encuentre bien, y así sea mejor en su trabajo.

4.- Aprender a comunicarte positivamente

La buena comunicación puede reducir la frustración permitiéndo que te expreses mientras ayudas a otros a entender tus límites y necesidades. La comunicación asertiva es diferente a la pasiva o la agresiva.

Cuando te comunicas pasivamente, intentas mantener tus deseos y necesidades dentro para evitar conflictos con otras personas. Esto puede parecer lo más sencillo a primera vista, pero a la larga puede parecer que los demás pueden hacer que hagas lo que ellos quieran.

Cuanto te comunicas agresivamente, puedes forzar a los demás a hacer tus deseos y necesidades; mientras esto te permite expresar tus sentimientos, la comunicación agresiva normalmente hace que los demás estén a la defensiva y menos cooperativos.

Cuando te comunicas asertivamente, expresas tus necesidades y deseos, mientras respetas las necesidades y deseos de los demás.  Permite que las 2 partes se encuentren en un punto intermedio y puedan hablar de las cosas que tengan que hablar tranquilamente.

Las claves para una comunicación asertiva son:

  • Respetar tus propios sentimientos, necesidades y deseos.
  • Mantente firme con tus sentimientos sin culpar, degradar o humillar a la otra persona.
  • Usar frases con el “yo” en vez de con el “tu”. Por ejemplo, di: “Necesito un descanso” o “me gustaría hablar contigo y solucionar esto”, en vez de, “eres un irresponsable” o “¡tu nunca ayudas!”.
  • No utilizar frases con la palabra “deberías”. Por ejemplo, di: “Es importante para mi que mantengas tus promesas”, en vez de, “deberías mantener tus promesas”.

5.- El paso crítico: pedir ayuda

Una sola persona no puede tener toda la responsabilidad de cuidar a un enfermo. Es muy importante que pidas y aceptes ayuda de los demás. Comenta tus necesidad con tu familia y amigos quienes estarán ahí para ayudarte en las responsabilidades del cuidador. La gente no se dará cuenta de tus necesidades si no se las explicas y les pides ayuda. Recuerda que tienes derecho a pedir ayuda y expresar lo que necesitas.

Cuando decir sí

No tengas miedo a decir “sí” si alguien se ofrece a ayudarte. Di “sí” en el momento en el que otra persona se ofrezca a ayudar, en vez de “tal vez” y esperar a que lo arregles tu mismo. Ten una lista de las cosas en las que necesitas ayuda. Acuerdate de que la gente se siente útil y agradecida de ayudar.

Cuando decir no

Normalmente se tira de los cuidadores en múltiples direcciones. Además de las necesidades de ser cuidador, puedes sentirte arrastrado a complacer las necesidades de tu familia, amigos o empleados. Aprende a decir “no” a las peticiones de los demás cuando te sientas sobrepasado o necesites un descanso. Esta bien decir “no” a las peticiones extra,  en el tiempo que dedicas para ti  sin sentirte cupable.

Aprendiendo técnicas efectivas de comunicación para cuidadores de personas con demencia

Muchas familias encuentran frustrante comunicarse con un ser querido que tiene demencia. La persona que tiene demencia puede hacerte la misma pregunta una y otra vez. Es importante recordar que no puede controlar su comportamiento por culpa de su enfermedad. Ellos no necesitan que los corrijas o los mantengas atados a la realidad. Puedes intentar distraerlos o simplemente estar de a cuerdo con ellos para reducir tu frustración.

Puede ser de ayuda que aprendas a comunicarte con tus seres queridos que tengan demencia, lo que hará que tu frustración se reduzca. Por ejemplo, usa frases simples y mantente cerca de la persona mientras hablas con ella. Intenta no discutir sobre cosas sin importancia, como qué día es hoy. Dales más tiempo para hacer tareas como vestirse. Recuerda que la gente con demencia reacciona más a los sentimientos que a las palabras.

Cuídate de ti mismo para prevenir la frustración

Cuidar de alguien puede ser cansado y estresante. Cuando cuidas de los demás, es fácil olvidar cuidarse de uno mismo. Puede parecer difícil encontrar tiempo para centrarte en ti, es muy importante que lo consigas para prevenir la frustración y acabar quemado con la situación. Aquí tienes 3 pasos para cuidar mejor de ti mismo:

Consigue tiempo para ti

Puede que te sientas culpable por querer tiempo para ti y descansar, socializar o divertirte un poco. Como sea, todo el mundo necesita descansar de su trabajo, y también los cuidadores. Ese descanso lo puedes conseguir contratando ayuda o pidiendo a algún familiar o amigo que vaya a tu casa a ayudarte un poco. Lo importante es que te permitas tener un descanso.

Cuida de ti mismo

Aunque ser cuidador hace que encontrar tiempo para ti sea muy difícil, es importante que comas bien, hagas ejercicio, duermas bien una noche y que atiendas tus propias necesidades médicas.

Cuando no cuidas de ti mismo, eres más propicio para tener ansiedad, depresión, frustración y enfermedades físicas, que harán que tu labor de cuidador sea mucho más difícil.

Busca ayuda fuera

Comparte tus sentimientos con un consejero, grupo de apoyo o con otro cuidador en una situación similar puede ser genial para rebajar el estrés y dar consejos útiles.

Esperamos que estos pequeños consejos os vengan bien y que los lleveís a la práctica, porque para poder cuidar de alguien, primero hay que estar bien uno mismo. Hemos intentado con estos consejos haceros la vida un poco más sencilla y llevadera.

 

Foto de: Carlos Lopez Echeto

Foto de: Carlos Lopez Echeto

 

 

 

 

 

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