EL EJERCICIO FÍSICO EN LOS MAYORES

Mejoras en el trabajo cardíaco, normalización de la presión arterial y de los niveles de azúcares y grasas en la sangre, son apenas algunos de los beneficios que trae consigo la actividad física en el adulto mayor.

En Residencia Mirasol realizamos de forma semanal sesiones de psicomotricidad, donde realizamos movimientos y ejercicios sencillos con el fin de mantener y/o mejorar el estado físico de nuestros mayores.

Las actividades físico-deportivas para la tercera edad deben ser constantes, sostenidas y metódicas. Los ejercicios tendrán un carácter profiláctico como medio de mjora o mantenimiento de la salud. Un carácter recreativo enfocado a la ocupación del tiempo de ocio.  La actividad tiene que ser compensadora de la vida sedentaria o actividades unilaterales o deformantes. El calentamiento tiene gran importancia para evitar lesiones, lograr el máximo rendimiento en la actividad posterior y evitar innecesarios dolores musculares que aparecen en las horas siguientes al ejercicio.

Se deben adaptar los ejercicios o actividades a la personalidad de cada individuo. También hay que adecuar estas actividades a las circunstancias biológicas y ambientales de cada persona.

La intensidad de los ejercicios debe ser baja o media, aunque ello conlleve su realización durante mucho tiempo. Se han de evitar ejercicios muy competitivos y de gran desarrollo muscular; no se debe llegar a la fatiga; debemos evitar ejercicios muy intensos que produzcan apnea (saltos…) y movimientos que posteriormente traigan repercusiones negativas en los niveles articulares y en la columna vertebral