LA NUTRICION EN EL ENVEJECIMIENTO

En Residencia Mirasol damos una gran importancia a la buena alimentación.  Hace poco tiempo hemos variado nuestros menús diarios, con la intención de mejorar la nutrición de nuestros residentes.

Y es que cada vez se hace más palpable que la buena alimentación es un medio magnífico para conseguir que el envejecimiento se lleve a cabo de una forma correcta y equilibrada.  Es lo que los nutricionistas llaman “correcto envejecimiento”, frente a un inadecuado proceso que nos lleve a una mala y más rápida vejez.

Las personas mayores tienen una serie de patologías que, en algunos casos, vienen originadas de las llamadas “enfermedades de la opulencia” como diabetes, osteoporosis, hipertensión, arterioesclerosis, obesidad, etc… En definitiva, patologías que se pueden mejorar con una correcta alimentación.  Además, también la falta de vitaminas y minerales que pueden aparecer en nuestros mayores y que les perjudican, a veces acelerando las posibles enfermedades que tengan.

No podemos olvidar la deshidratación, o la falta de hidratación, que podemos encontrarnos con mucha facilidad en la gente mayor, bien debido a la falta de ganas de beber y que puede llevarnos a situaciones comprometidas o acelerar alguna que tuviéramos anteriormente.

No hay que pensar que la nutrición correcta va a prevenir el envejecimiento, pero desde luego enlentece el proceso.

Los días 14 y 15 de marzo, en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, tuvo lugar las XVI Jornadas Nacionales de Nutrición Práctica, donde entre otros temas, uno fue la nutrición en el envejecimiento, como por ejemplo, los procesos en los que está inmersa la vitamina D y que afectan al envejecimiento y que no son pocos.  A las conclusiones que se llegaron después de todas las ponencias es que hay que tomar alimentos ricos en vitamina D para poder mantener el nivel de evolución hacia la ancianidad con la mayor calidad posible.

Una adecuada alimentación debe ayudarnos a hacernos viejos de una manera correcta y ordenada, siempre que no hay limitaciones insalvables como nos gustaría que fuera, para los que aún no hemos llegado a esa etapa.