Publicado por mirasol en 30 Ago, 2013 en Noticias | Comentarios desactivados en ¿Por qué unas personas desarrollan el alzheimer y otro no?
Un equipo de investigadores de la Universidad de California-San Diego, en Estados Unidos, ha descubierto un “truco” de la naturaleza que, en la mayoría de las personas, mantiene la separación fundamental entre una proteína y un enzima que, al combinarse, desencadenan la degeneración progresiva y muerte de las células característica de la enfermedad de Alzheimer, como informa un artículo publicado en la revista ‘Neuron’.
No todos los cerebros de las personas que desarrollan Alzheimer poseen componentes básicos de la enfermedad que no se encuentran en cerebros sanos. Cada cerebro humano contiene los ingredientes necesarios para despertar el Alzheimer, pero mientras que millones de personas desarrollan la patología, la gran mayoría no lo hacen.
“Es como la separación física de la pólvora y su combinaciónn de manera que se evita una explosión inevitable. Saber cómo se separan la pólvora y el fósforo puede darnos nuevas ideas sobre posible detener la enfermedad”, explica el investigador principal Subhojit Roy, profesor asociado en el Departamento de Patología y Neurociencias de la Universidad de California y biólogo celular y neuropatólogo en el Centro de Investigación de Enfermedades Shiley-Marcos de Alzheimer.
La combinación de proteínas
La gravedad de la enfermedad de Alzheimer se mide en la pérdida de funcionamiento de las neuronas. En términos patológicos, hay dos signos reveladores de la enfermedad: grupos de “placas” de la proteína beta-amiloide que se acumulan las neuronas y las fibras externas o “nudos” de otra proteína, llamada tau, que se encuentra dentro de las neuronas.
La mayoría de los neurólogos creen el Alzheimer es causado por los conjuntos de acumulación de proteína beta-amiloide, lo que provoca una secuencia de eventos que lleva a la alteración de la función celular y la muerte. Entonces, esta llamada “hipótesis de la cascada amiloide” pone la proteína beta-amiloide en el centro de la patología.
La creación de beta-amiloide requiere la convergencia de una proteína llamada precursora de amiloide (APP) y una enzima que se escinde de APP en fragmentos más pequeños tóxicos llamados beta-secretasa o BACE. “Estas dos proteínas son altamente expresadas en el cerebro y si se les permite combinarse de forma continua, todos tendríamos Alzheimer”, destacó Roy.
Pero eso no sucede. Usando las neuronas del hipocampo en cultivo y tejido de cerebros humanos y de ratón, descubrieron que las células sanas del cerebro en gran medida segregan APP y BACE-1 en compartimentos diferenciados en cuanto se fabrican, asegurando que las dos proteínas no tengan mucho contacto entre sí. “La naturaleza parece haber dado con un truco interesante para separar a los co-conspiradores”, afirmó Roy.
Una nueva posible vía
Los científicos también encontraron que las condiciones que promuevan una mayor producción de la proteína beta-amiloide impulsan la convergencia de APP y BACE. En concreto, un aumento en la actividad eléctrica neuronal, conocido por aumentar la producción de beta-amiloide, también condujo a un aumento en la convergencia APP-BACE. Los exámenes postmortem de pacientes con enfermedad de Alzheimer revelaron un incremento de la proximidad física de las proteínas,añadiendo apoyo a la importancia fisiopatológica de este fenómeno en las enfermedades humanas.
Los hallazgos aclaran algunos de los primeros eventos moleculares que desencadenan el Alzheimer y muestran cómo un cerebro sano los evita de forma natural. En términos clínicos, las conclusiones apuntan a una posible nueva vía para en última instancia tratar o incluso prevenir la enfermedad.